Si está leyendo este artículo, probablemente esté buscando una forma realmente funcional de combatir la formación de celulitis y la retención de líquidos. ¿De dónde vienen? ¿Existen estrategias realmente efectivas para mejorar nuestra apariencia o para eliminarlas? Si estas preguntas te inquietan, queremos tranquilizarte: las investigaciones coinciden en que se trata de problemas que afectan a gran parte de la población femenina (85-90%) y, aunque no es posible eliminarlos por completo, existen varias formas de solucionarlos. trabajo mejorar este aspecto.

Para mejorar, es importante en primer lugar comprender las causas que conducen a la formación de estas imperfecciones, para Valor energético actuar en la raíz del problema.

Muy a menudo detrás se esconden imperfecciones como la celulitis y la retención de líquidos alteraciones de la circulación venosa y linfática. Veamos cómo pueden surgir estos problemas circulatorios y cómo podemos contrarrestarlos con la ayuda de hierbas medicinales y extractos naturales.

Problemas de circulación: las causas

La celulitis, al igual que la retención de líquidos, es un fenómeno verdaderamente complejo, aún no totalmente definido. A menudo, en la base de la aparición de este trastorno encontramos diversos factores, algunos modificables (es decir, aquellos sobre los que se puede actuar para reducir o eliminar la celulitis) y otros no modificables (vinculados a factores genéticos y causas hormonales). Como se introdujo anteriormente, muchas veces en la raíz del desarrollo de la celulitis existen alteraciones en la microcirculación, venosa o linfática, muchas veces relacionadas con la falta de elasticidad de los propios vasos sanguíneos. Estos problemas circulatorios también están ligados a varios factores, modificables o no:

  • Predisposición genética: la tendencia a tener celulitis y retención de líquidos es propia del sexo femenino, y puede transmitirse de madre a hija. Las mujeres sin duda se ven más afectadas por el efecto de las hormonas estrógenos que pueden provocar una acumulación de grasa y líquidos. Esto también conduce a un menor intercambio de desechos producidos por el metabolismo celular a nivel de glúteos y caderas, hipoxia y aumento del estrés radical. Otros elementos que pueden desequilibrar las hormonas y la circulación en la mujer son la pubertad, el embarazo, la menopausia y el uso de anticonceptivos. Este fenómeno también es más característico de las mujeres que tienen una conformación física de "pera", porque tienden a acumular grasa justo en las caderas y los muslos.
  • Tiroides: ciertos desequilibrios también pueden tener su origen en el mal funcionamiento de la tiroides, que tiene diversos efectos sobre el metabolismo y puede favorecer el desarrollo de inflamaciones, alteraciones posteriores y la formación de grasa localizada.
  • Estilo de vida: factor modificable que claramente también afecta a la microcirculación. De hecho, los hábitos demasiado sedentarios y las malas posturas hacen que la circulación sea menos eficiente. Cuando a esto se le suma el exceso de estrés, los malos hábitos alimentarios, la alteración del sueño y el tabaquismo, es probable que se cree una situación de mala irrigación y oxigenación de los tejidos, empeorando visualmente el aspecto del tejido afectado por el trastorno.
  • Ropa ajustada: otro factor modificable es el uso de zapatos, ropa interior y ropa demasiado ajustada y ceñida. Por ejemplo, los jeans demasiado apretados, que comprimen los muslos y el estómago, ralentizan la circulación linfática y venosa. El uso excesivo de tacones altos, que favorece un estancamiento de la sangre pero también de los fluidos linfáticos, también puede dificultar el retorno venoso.

¿Por qué se forma la celulitis?

No se necesita mucho para pasar de una microcirculación defectuosa a la celulitis.

La celulitis se da por un proceso generativo del panículo adiposo subcutáneo, y es un trastorno multifactorial debido a la alteración del tejido adiposo ubicado debajo de la dermis y encima de las bandas musculares. Este tejido tiene una estructura similar al poliestireno: muchas pequeñas esferas (los "adipocitos, células grasas) envueltas en una densa red de capilares, cuyas paredes son porosas y permeables.

Si los capilares están sanos, la microcirculación funcionará correctamente. Si por el contrario, por diversas causas los capilares se dilatan, los poros situados en las paredes tienden a abrirse, y el suero sanguíneo (la parte acuosa) se escapa y se deposita entre los adipocitos del tejido adiposo, formándose así un edema. o estancamiento de líquidos que es el requisito previo para la aparición de la celulitis.

El edema a su vez provoca un proceso inflamatorio en el tejido adiposo, haciendo que los intercambios circulatorios venosos y linfáticos empeoren aún más. Por lo tanto, la zona se vuelve cada vez menos oxigenada, se engrosa y se forman nódulos y fibrosidad con el tiempo. De esta forma, la grasa se "esclerótica" y endurece, transformándose así en una auténtica celulitis.

Las tres etapas de la celulitis

Por "celulitis", también conocida como lipodistrofia ginoide o PEFS (paniculopatía fibroesclerótica edematosa), entendemos la alteración estética provocada por la acumulación de grasa en las capas subcutáneas acompañada de retención de agua, el estancamiento de líquidos debido a una mala circulación sanguínea. Afecta del 80 al 90% de las mujeres pospuberales, y puede considerarse tanto una característica fisiológica como un factor ligado a patologías metabólicas o endocrinas. En la mayoría de los casos, sin embargo, está relacionado con el equipo hormonal y un estilo de vida incorrecto.

Las retenciones y, en consecuencia, la celulitis afectan y pesan sobre todo en los glúteos, la zona lumbar, las piernas, las rodillas y los tobillos, pero no pueden limitarse a estas zonas concretas. Se pueden distinguir tres etapas de severidad de la celulitis, las cuales son:

  1. Celulitis Edematosa, o de los "rodamientos": es la etapa inicial, y hay una ligera alteración de la microcirculación. Sin embargo, el tejido adiposo está sano y "intacto", y el aspecto de "piel de naranja" sólo es visible si "pellizcamos" la piel de la zona afectada con los dedos.
  2. Celulitis fibrosa, la auténtica piel de naranja: es la segunda fase evolutiva de la enfermedad, y se caracteriza por un engrosamiento del tejido conjuntivo, que pierde elasticidad y se llena de nódulos, acompañado de hinchazón y sensación de pesadez. En este caso, cuando vamos a apretar la piel entre los dedos, aparece rica en nódulos duros, el tejido está frío (por la falta de microcirculación) y duele al tacto.
  3. Celulitis esclerótica, la piel de colchón: última etapa de la celulitis, es sin duda la más difícil de tratar y eliminar. Las zonas afectadas se ven alteradas visualmente, llenas de nódulos y dolorosas. En esta fase, la circulación tanto linfática como sanguínea se reduce, ya que se produce una esclerotización de los tejidos y nervios afectados, y puede ir acompañada de un aumento más o menos importante del peso corporal, sobre todo si el fenómeno se acentúa por una mala alimentación. La piel es blanda y descolgada, con evidentes huecos que le dan el típico aspecto de "colchón".

Cómo y por qué es importante prevenir los problemas de circulación

Hemos visto que la celulitis no solo es antiestética: puede causar dolor y convertirse en una auténtica molestia, debido a la constante sensación de pesadez en piernas y tobillos.

Por lo tanto, es importante conocer las estrategias útiles para combatirlo, comenzando por mejorar la microcirculación y la eficiencia metabólica con actividad física. Además, es importante favorecer la recuperación del peso ideal a través de una alimentación sana y equilibrada, pero sobre todo que contraste la inflamación y la retención de líquidos.

Afortunadamente, la naturaleza puede venir en nuestro apoyo, brindándonos microelementos activos para ser utilizados como coadyuvantes para la actividad física y la nutrición dirigida. Se trata de fitoextractos capaces de mejorar el trofismo capilar, favorecer el drenaje de líquidos estancados en los tejidos y actuar de forma dirigida para mejorar la microcirculación, reduciendo así el estado inflamatorio y el sufrimiento tisular dado por la mala oxigenación. A continuación, analizaremos uno por uno estos soportes tan importantes.

Circulación y celulitis: complementos y remedios naturales

Para contrarrestar los problemas de microcirculación y la celulitis se puede recurrir a remedios totalmente naturales.

  • Diosmina

Es un flavonoide que se encuentra en los cítricos (como naranjas, limones y pomelos), muy utilizado en suplementos para tratar la celulitis. Diosmin ejerce una acción directa sobre los glóbulos rojos en la microcirculación, reduciendo su rigidez y agregación y favoreciendo el flujo sanguíneo incluso en vasos muy pequeños. Se sabe que aumenta la resistencia de los capilares haciéndolos más elásticos y menos frágiles, y alivia en caso de hinchazón, pesadez en las piernas, edema y varices.
La mayoría de los flavonoides, como la diosmina, no son absorbidos completamente por el cuerpo porque no son lo suficientemente solubles; por eso los suplementos de nueva generación utilizan tecnología micronizada, reduciendo el tamaño de partícula del principio activo, haciéndolo más asimilable y eficaz. Diosmin, además de su actividad antivaricosa, también tiene actividad antiedematosa y antiinflamatoria.

  • troxerutina

Es un bioflavonoide, y se extrae del Styphnolobium japonicum , pero también se encuentra en el té, café, cereales y algunas variedades de frutas y verduras. Tiene una acción vasoprotectora que favorece la microcirculación y la resistencia capilar y actúa mejorando la resistencia de los capilares y disminuyendo su permeabilidad, evitando así que el componente líquido de la sangre pase a los tejidos circundantes (acción antiimpermeabilizante y antiedematosa). Su acción también contrarresta los procesos inflamatorios y la liberación de radicales libres.

  • bromelina

Sustancia derivada del tallo y la pulpa de la piña, la bromelina apoya eficazmente las funciones digestivas y es un buen coadyuvante en el tratamiento de estados inflamatorios, como agente antiplaquetario y para contrarrestar la celulitis. La bromelina ayuda a mejorar la circulación y drenar la retención de agua, reduciendo la inflamación asociada a la alteración de los adipocitos. Además, al ser una enzima con actividad proteolítica (es decir, capaz de digerir proteínas), tiene una acción digestiva y se ha demostrado que puede reducir el dolor relacionado con el edema.

  • arándanos

Los deliciosos arándanos favorecen la microcirculación gracias a su contenido en antocianinas, flavonoides antiinflamatorios responsables tanto del color azul-violeta como de la acción antioxidante . Las antocianidinas se liberan de las antocianinas, con propiedades vasoprotectoras tanto en la microcirculación venosa como cardíaca. Al mejorar la circulación, los arándanos son un excelente remedio natural para quienes sufren de retención de líquidos, varices y hemorroides, todos los trastornos relacionados con problemas circulatorios de capilares y pequeños vasos. Varios estudios realizados en mujeres que padecen varices muestran que el extracto de arándano da buenos resultados para contrarrestar la hinchazón, el dolor, la sensación de pesadez, mejorar el aspecto de la piel y el hormigueo. Además, los taninos, presentes en el jugo, son considerados "depuradores" de toxinas, ayudándonos a limpiarnos del exceso de sustancias.

  • centella asiática

Fitoactivo que ayuda a aliviar la pesadez de piernas, derivado de hojas, pecíolos y estolones de la respectiva planta, la centella contiene numerosos microelementos, aceites esenciales, flavonoides, fitoesteroles, taninos, sales minerales y saponinas triterpénicas, que la convierten en un óptimo remedio natural en el tratamiento de celulitis Centella asiática ayuda a conservar la estructura y el tono de las paredes de los vasos sanguíneos, fortaleciendo los capilares y haciéndolos más elásticos, favoreciendo la circulación periférica y dando alivio a las piernas en casos de insuficiencia venosa. También ayuda a reducir los estados inflamatorios y a mejorar la producción de colágeno, mejorando también el aspecto de nuestra piel.

  • Frutas cítricas

Los cítricos son ricos en sustancias bioactivas, una de las cuales es la hesperidina, que se encuentra en la piel blanca y debajo de la piel de estas frutas. La hesperidina tiene propiedades vasoprotectoras, que ayudan a prevenir y contrarrestar los trastornos de la circulación en los miembros inferiores, la insuficiencia venosa y favorecen la microcirculación periférica, y es utilizada por quienes padecen varices, estasis venosa, flebitis potencial. Tonifica las venas, fortalece los capilares y favorece la circulación.

¿Alguna vez has probado alguno de estos remedios naturales? Cuéntanos tu experiencia en los comentarios.