El arándano rojo americano, «cranberry» o Vaccinium macrocarpon es una planta que pertenece a la familia de las ericáceas y es típica del norte de América, que cuenta con una amplia tradición de uso. En comparación con el arándano que crece en Europa, el arándano rojo tiene un sabor mucho más áspero, por lo que a menudo se combina con frutas más dulces, como por ejemplo, las manzanas. El arándano rojo se ha definido como un fruto desinfectante y protector por excelencia de las vías urinarias, y debe su fama a sus valiosos elementos bioactivos: las proantocianidinas, los bioflavonoides, taninos, los ácidos ascórbico, cítrico, málico y glucurónico, el betacaroteno, glutatión y la vitamina E. Gracias a estos elementos, el arándano rojo ha sido utilizado desde hace mucho tiempo como suplemento alimenticio para protegerse contra las infecciones de las vías urinarias y, en particular, se utiliza para prevenir la cistitis recurrente gracias a su actividad antibacteriana y «antiadhesiva» debido a la inhibición irreversible de la adhesión bacteriana a las paredes de la vejiga y, además, es un elemento capaz de regular el pH de la orina. Cuando nuestro sistema inmunológico baja la guardia, los sujetos especialmente predispuestos (¡pero le puede ocurrir a cualquiera!) pueden padecer cistitis, un trastorno muy molesto y frecuente que afecta a todas las mujeres en edad fértil. Para prevenir o ayudar a hacer frente a la cistitis, el arándano rojo se ha convertido en una herramienta muy valiosa. Varios estudios clínicos en pacientes con cistitis avalan las propiedades antinflamatorias de estas bayas. La cistitis puede estar causada por diferentes bacterias, pero la más conocida es la Escherichia coli, que se adhiere a las paredes de la vejiga y causa una serie de problemas que pueden llegar a ser realmente debilitantes: desde la micción frecuente con sensación de ardor o dolor, hasta la presencia de hematíes en el flujo urinario, con posible fiebre y sensación de fatiga.
El arándano rojo, como se ha mencionado, contiene proantocianidinas A, polifenoles capaces de dificultar la adhesión de las bacterias, como la Escherichia coli, a la mucosa de la vejiga, para evitar así su proliferación y el consiguiente desarrollo de la infección. La Escherichia coli, la reina de las cistitis, constituye una de las principales amenazas de las vías urinarias; con sus tentáculos se adhiere fácilmente a las paredes epiteliales de la vejiga y prolifera. Es gracias a la estructura molecular de las proantocianidinas por lo que el arándano rojo es un verdadero defensor de nuestras paredes internas, ya que se interpone entre ellas, evita su asentamiento y favorece su expulsión con la orina.
Se recomienda como un excelente elemento de prevención y como complemento en la terapia con antibióticos (no es un sustituto) durante la fase aguda ya implantada, que se prolongará hasta la siguiente fase gracias a su acción desinfectante antiadhesiva y sobre el pH de la orina.
